Se asegura de que las ordenanzas del templo se mantengan sagradas, correctas y se registren con precisión y se pongan a disposición de los miembros dignos de la Iglesia al:

 Proporcionar un entorno en el que los participantes puedan tener una experiencia positiva y edificante cada vez que vengan al templo. Mantener y hacer funcionar los templos según las normas establecidas por la Primera Presidencia. El registrador del Templo sirve como oficial operativo en asuntos relacionados con recursos humanos, finanzas, registro e instalaciones físicas. El registrador prepara y supervisa el presupuesto del templo. Maneja todas las funciones confidenciales de recursos humanos, como las relaciones con los empleados, la administración de salarios, la capacitación gerencial, el reclutamiento y las terminaciones. Restaura cierta información confidencial a los usuarios. Da dirección general a las áreas administrativas, lavandería y cafetería, sección de ingeniería, Limpieza, jardines y para la operación y mantenimiento de equipos de cómputo y audiovisuales. Supervisa el reclutamiento de voluntarios. Autoriza todas las compras del templo. Realiza estudios sobre planificación presupuestaria, estudios de tiempo y movimiento, sistemas de flujo de registros, arreglos físicos, relaciones públicas, estadísticas de organización, etc. Supervisa toda la operación de Registro de Ordenanzas. Es un experto en las normas de ordenanzas y sellamientos de la Iglesia y es asesor de la presidencia en casos problemáticos.